Se acabó. La FOTA se ha divorciado de la FIA. Hoy era el último día se para confirmar las preinscripciones de las escuderías para el campeonato 2010. Después de varias semanas de amagos de llegar a acuerdos que nunca llegan, de amenazas, de cartas, de retiradas serias como la anunciada por Ferrari, de cesiones y de acercamientos, las cosas están lejos de arreglarse.
Si algo ha habido esta semana son intercambios de cartas donde la FOTA escribe sus peticiones a Mosley, acercamientos donde se intenta llegar a acuerdos como el hecho de aceptar ese limite presupuestario pero de forma progresiva, es decir 100 millones para el campeonato 2010 y los 45 ya en el 2011, ese ha sido el panorama de esta guerra fría que parece no llegar nunca a su fin. Aunque los indicios apuntan a que se acaba y de la peor forma, sin acuerdos. Mosley y Ecclestone son de ideas fijas, no son capaces de mirar más allá de sus bolsillos y no se ha llegado a ningún acuerdo por el momento. En esas condiciones los equipos de F1 no están dispuestos a aceptar decisiones no consensuadas.
Pero hasta aquí se ha llegado. La posibilidad de hacer un campeonato paralelo al ansia de poder de Mosley –Ecclestone se convierte cada vez más en una realidad. A través de un comunicado, la FOTA dice que “Los más importantes pilotos, estrellas, marcas, patrocinadores, promotores y compañías históricamente asociadas con el máximo nivel del automovilismo deportivo participarán en este nuevo campeonato”. Y ya se han empezado a introducir ideas para ese nuevo campeonato en el que se habla de una gestión transparente, escuchar a todas las partes, facilidades para que equipos nuevos puedan entrar en la F1, tener en cuenta a los aficionados. Todo esto, que es algo básico en un deporte y que es lo ideal, no ha funcionado en la F1. Los ocho equipos clásicos ó rebeldes como han calificado algunos medios de comunicación, Ferrari, McLaren, BMW, Brawn GP, Renault, Red Bull, Toro Rosso y Toyota no están dispuestos a que Ecclestone y Mosley hagan las cosas como quieran sin contar con ellos.
Mientras se calientan los motores para el Gran Premio de Gran Bretaña, un comunicado de la FOTA mostraba su insatisfacción “Los deseos de los equipos más importantes de la categoría fueron ignorados por la FIA. Además, decenas de millones de dólares no fueron distribuidos por el poseedor de los derechos comerciales (Bernie Ecclestone) desde 2006”.
Por su parte el ambiente en la FIA dista mucho de sentarse a dialogar, ya que según un comunicado lanzado esta mañana “La FIA no puede permitir una carrera financiera en el campeonato ni que la FOTA dicte las normas de la Fórmula 1", dijo el ente internacional. A pesar de ello el día de hoy no ha terminado y habrá que esperar unas horas más para ver las neuronas de los señores Ecclestone y Mosley vuelven a su sitio y escuchan a los protagonistas de la F1.
Si algo ha habido esta semana son intercambios de cartas donde la FOTA escribe sus peticiones a Mosley, acercamientos donde se intenta llegar a acuerdos como el hecho de aceptar ese limite presupuestario pero de forma progresiva, es decir 100 millones para el campeonato 2010 y los 45 ya en el 2011, ese ha sido el panorama de esta guerra fría que parece no llegar nunca a su fin. Aunque los indicios apuntan a que se acaba y de la peor forma, sin acuerdos. Mosley y Ecclestone son de ideas fijas, no son capaces de mirar más allá de sus bolsillos y no se ha llegado a ningún acuerdo por el momento. En esas condiciones los equipos de F1 no están dispuestos a aceptar decisiones no consensuadas.
Pero hasta aquí se ha llegado. La posibilidad de hacer un campeonato paralelo al ansia de poder de Mosley –Ecclestone se convierte cada vez más en una realidad. A través de un comunicado, la FOTA dice que “Los más importantes pilotos, estrellas, marcas, patrocinadores, promotores y compañías históricamente asociadas con el máximo nivel del automovilismo deportivo participarán en este nuevo campeonato”. Y ya se han empezado a introducir ideas para ese nuevo campeonato en el que se habla de una gestión transparente, escuchar a todas las partes, facilidades para que equipos nuevos puedan entrar en la F1, tener en cuenta a los aficionados. Todo esto, que es algo básico en un deporte y que es lo ideal, no ha funcionado en la F1. Los ocho equipos clásicos ó rebeldes como han calificado algunos medios de comunicación, Ferrari, McLaren, BMW, Brawn GP, Renault, Red Bull, Toro Rosso y Toyota no están dispuestos a que Ecclestone y Mosley hagan las cosas como quieran sin contar con ellos.
Mientras se calientan los motores para el Gran Premio de Gran Bretaña, un comunicado de la FOTA mostraba su insatisfacción “Los deseos de los equipos más importantes de la categoría fueron ignorados por la FIA. Además, decenas de millones de dólares no fueron distribuidos por el poseedor de los derechos comerciales (Bernie Ecclestone) desde 2006”.
Por su parte el ambiente en la FIA dista mucho de sentarse a dialogar, ya que según un comunicado lanzado esta mañana “La FIA no puede permitir una carrera financiera en el campeonato ni que la FOTA dicte las normas de la Fórmula 1", dijo el ente internacional. A pesar de ello el día de hoy no ha terminado y habrá que esperar unas horas más para ver las neuronas de los señores Ecclestone y Mosley vuelven a su sitio y escuchan a los protagonistas de la F1.
La FIA denunciará a la FOTA
Hace apenas unas horas la FIA ha hecho pública su intención de llevar a los tribunales a la FOTA por su amenaza de crear un campeonato paralelo. Así estima que “las acciones de la FOTA y de Ferrari constituyen violaciones serias de la ley” por lo que tomarán medidas legales sin perder tiempo.
Sin embargo, la FOTA no se achanta ya que la próxima semana hay prevista una reunión del Consejo Mundial del Motor en Paris donde los equipos pedirán la dimisión de Mosley. Sin Mosley a la cabeza, se solucionarían todos los problemas. Tendríamos la Fórmula 1 soñada... Cruzaremos los dedos para que lo echen.
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