Ayer asistimos a una de las carreras más emocionantes de la temporada, con el título en juego las emociones estuvieron a flor de piel durante cada segundo de la carrera en Austin. Hamilton fue el merecido vencedor, seguido de Vettel y Alonso. Un podio de cowboys con tres campeones del mundo que nunca hasta ahora habían coincido juntos en el podio. Alonso perdió tres puntos con Vettel, por lo que el alemán ahora aventaja al asturiano en 13 puntos.
La estrategia de Ferrari buscó facilitar la salida de Fernando Alonso, por eso decidieron sustituir la caja de cambios de Massa para que Alonso ganara una posición, la séptima, y además saliera por la zona limpia. Massa fue penalizado con cinco posiciones hasta la undécima posición. Muchos criticarán esta maniobra, pero a Ferrari no le quedó otra porque Alonso se juega un título mientras que Massa no se juega nada. Es simplemente trabajo de equipo.
Se temía mucho por cómo iba a ser la salida con la gran pendiente de la curva 1, pero al final fue una salida limpia sin incidentes. Fernando Alonso volvió a realizar uno de sus magníficos inicios de carrera con tres adelantamientos en la primera vuelta a Hulkenberg, Schumacher y Raikkonen. Se colocó cuarto, y luego con el abandono de Webber, subió a la tercera posición. El piloto español ya no pudo optar a nada más porque no encontró el ritmo en ningún momento de la carrera. Su Ferrari fue la reencarnación de una tortuga, incapaz de calentar los neumáticos ni de acercarse a sus rivales, terminó a 40 segundos de la cabeza.
Con 13 puntos de desventaja respecto a Vettel, Alonso ya no depende de si mismo para ser campeón. La combinación más sencilla seria que Alonso ganara en Brasil y Vettel no pasara de la quinta posición. A partir de aquí ya hay múltiples combinaciones, todas ellas pasan porque Alonso suba al podio, misión complicada pero no imposible. La palabra rendición no existe en el vocabulario del piloto español y ahora más que nunca hay que apoyarle al máximo, porque la esperanza sigue viva y el sueño del tercer título es posible. Todos con Alonso.
Lo que más vidilla le dio a la carrera fue la batalla entre Vettel y Hamilton. A pesar de que Vettel rodaba en primera posición esta vez tuvo la compañía de Hamilton, que no le dejó respirar y le presionó durante gran parte de la carrera hasta que el piloto de McLaren, con una velocidad punta superior a la del Red Bull lo adelantó sin complicaciones. Vettel lo intentó pero ya no pudo darle caza. Hamilton logró la cuarta victoria de la temporada y Vettel tuvo que conformarse con la segunda posición, que le dejó un careto tan serio que casi parecía que hubiese perdido el Mundial.
Merece una mención especial la carrera de Massa, sin dudarlo, la mejor del piloto brasileño esta temporada. A pesar de la penalización que le obligó a salir desde la undécima posición, el de Ferrari si encontró el ritmo que no tenía Fernando y protagonizó varios adelantamientos, como a Button y a Raikkonen, impidiendo que éstos se acercaran a Alonso. Massa fue cuarto justo por detrás de Alonso.
Webber, como siempre, volvió a ser el único Red Bull con problemas y tuvo que retirarse por problemas con el alternador cuando rodaba tercero.
Pedro de la Rosa terminó en vigésimo primera posición con mucho sufrimiento. Dada la difícil situación que está atravesando HRT, los coches llevan tiempo sin evolucionarse.
La esperanza es lo último que vamos a perder aunque la cabeza diga no, hay que correr la última carrera y hay quien ha llegado con opciones teniendo cuatro coches mínimo por delante todo el tiempo, besines
ResponderEliminarClaro que si, arriba el ánimo, si hay posibilidades, el sueño todavía es posible. Este Mundial lo vamos a ganar!!! Un besote!
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