Sebastian Vettel se ha dado un baño de multitudes este fin de semana en su ciudad natal, Heppenheim, rebautizada como “Vettelheim” desde que el pasado año Vettel se proclamara campeón del mundo. Sus paisanos le han recibido por segundo año consecutivo con los brazos abiertos para festejar su segundo título mundial.
Como no podía ser de otro modo, Vettel llegó a bordo de su “Kinky Kylie”, el monoplaza de Red Bull que tantas alegrías le está dando. Sus paisanos le recibieron como a un héroe victorioso en una ceremonia que fue retransmitida en directo por televisión. Vettel hizo rugir el RB7 por las calles que le vieron crecer y firmó cientos de autógrafos a los aficionados mientras miles de dedos gigantes le aclamaban. El bicampeón dio las gracias en el escenario: "Gracias por venir, es impresionante ver a tantos aficionados, está en todas partes, el ambiente es genial, realmente no está mal, estoy impresionado".
Además el alemán recibió como obsequio la camiseta de su equipo de fútbol favorito, el Eintracht Frankfurt, con su nombre y firmada por los jugadores. “Siempre es especial volver aquí, estamos en todo el mundo a lo largo de la temporada y hay muchos fans que nos apoyan a todos, pero nada puede ser mejor que estar aquí" dijo un emocionado Vettel.
Sin duda, el reconocimiento de los suyos es la mejor recompensa a la fantástica temporada que está haciendo el piloto alemán.
Imágenes: DAYLIFE
Imágenes: DAYLIFE
Qué bonito. Qué feliz se le ve. Da gusto.
ResponderEliminar@cavallino:
ResponderEliminarA mi me da envidia...envidia sana eso si, jeje.Saludos!