Hace unos días apelaba al sentido común para que no se celebrase el G.P. de Bahrein. Una ingenuidad por mi parte, teniendo es cuenta que uno de los máximos responsables de tomar la decisión era Bernie Ecclestone, más preocupado de incrementar su cuenta bancaria, que de garantizar la seguridad de las escuderías y los trabajadores que se desplacen a Bahrein.
El mandamás de la Fórmula 1 y la FIA no ven ningún inconveniente en viajar al país que lleva más de un año enfrascado en actos violentos reclamando la democracia. Por lo tanto, habrá carrera este fin de semana, no vaya a ser que el señor Ecclestone no llegue a fin de mes.
Mientras las escuderías se preparan para viajar durante estos días a Bahrein reforzando su seguridad, las noticias que llegan desde el país árabe no son nada halagüeñas. Ayer mismo las fuerzas de seguridad encontraban una bomba de fabricación casera en las inmediaciones del circuito. Además la población no quiere la Fórmula 1 y las amenazas para boicotear la carrera son cada vez más intensas. La violencia en las calles no cesa y se agravan los problemas de seguridad en la zona.
Con esta preocupante situación, ya son tres las televisiones que renuncian a viajar a Bahrein, la televisión finlandesa, la alemana y la japonesa. Es posible que la lista aumente a lo largo de la semana. No me extraña.
Por su parte, una trabajadora de Williams ha sido despedida por negarse a viajar a Bahrein. Lamentable la actitud del equipo inglés, que no ha podido ser más rastrero.
Todos estos problemas se evitarían con la suspensión de la carrera. Pero hay muchos intereses económicos en juego, y la codicia del señor Ecclestone no tiene límites. Vergonzoso.
El mandamás de la Fórmula 1 y la FIA no ven ningún inconveniente en viajar al país que lleva más de un año enfrascado en actos violentos reclamando la democracia. Por lo tanto, habrá carrera este fin de semana, no vaya a ser que el señor Ecclestone no llegue a fin de mes.
Mientras las escuderías se preparan para viajar durante estos días a Bahrein reforzando su seguridad, las noticias que llegan desde el país árabe no son nada halagüeñas. Ayer mismo las fuerzas de seguridad encontraban una bomba de fabricación casera en las inmediaciones del circuito. Además la población no quiere la Fórmula 1 y las amenazas para boicotear la carrera son cada vez más intensas. La violencia en las calles no cesa y se agravan los problemas de seguridad en la zona.
Con esta preocupante situación, ya son tres las televisiones que renuncian a viajar a Bahrein, la televisión finlandesa, la alemana y la japonesa. Es posible que la lista aumente a lo largo de la semana. No me extraña.
Por su parte, una trabajadora de Williams ha sido despedida por negarse a viajar a Bahrein. Lamentable la actitud del equipo inglés, que no ha podido ser más rastrero.
Todos estos problemas se evitarían con la suspensión de la carrera. Pero hay muchos intereses económicos en juego, y la codicia del señor Ecclestone no tiene límites. Vergonzoso.
Disputarla es dar legitimidad a ese régimen. Yo no la veré.
ResponderEliminar@Macarronazo:
ResponderEliminarEs lamentable que la Fórmula 1 se vea involucrada en todo esto por culpa de la codicia de unos pocos.Saludos!