Tres
días después del fallecimiento de la expiloto de Fórmula 1, María de Villota,
ha salido a la venta su libro "La vida es un regalo", que narra su
experiencia tras el grave accidente que le cambió la vida hace poco más de un
año en el aeródromo británico de Duxford.
María
tenía que haber presentado esta mañana en Madrid su libro, pero
desgraciadamente María no ha podido hacerlo. Un libro que ansiaba presentar con
ilusión, un libro donde María se sincera, habla de sus miedos, de los duros
momentos que le tocó superar tras el accidente que le ocasionó la perdida de un
ojo. "Este libro es para mi un grito a la vida" añade en la
introducción del libro.
Porque
la vida de María ha sido siempre una lucha constante, primero luchando por
hacerse un hueco en un mundo de hombres como es la competición del motor.
Venciendo obstáculo tras obstáculo por alcanzar su sueño. Reto que superó con
creces, no en vano ha sido la primera mujer española en pilotar un Fórmula 1.
Cuando ya había hecho de su sueño una realidad la vida le golpeó duramente con
el accidente que casi le costó la vida. Perdió un ojo, tuvo que enfrentarse a
varias operaciones de cabeza, pero María no se rindió, con coraje salió adelante
siendo todo un ejemplo de superación.
María lo explica todo en un relato conmovedor: "Ahora
que solo tengo un ojo, quizá percibo más cosas que antes. Antes, mi vida era
una contrarreloj total, era una lucha contra el crono, y ahora es cuando veo
que hay que parar y medir las cosas de otra forma. Ya no son las décimas del
crono, sino los pequeños momentos". Un libro con el que quería ayudar a
otras personas que sufen: "No he escrito para reivindicar mi vida, sino la vuestra".
El libro está publicado por Plataforma Editorial, que
donará parte las ventas de la obra a
ayudar a niños con enfermedades neuromusculares y mitocondriales de la
Fundación Ana Carolina Díez Mahou, con la que colaboraba María.
Ese título viniendo de quien ha fallecido tan joven parece una paradoja pero no lo es porque ella ha captado el mensaje que nos deja, por eso la queríamos tanto, besines!
ResponderEliminarNo hay que rendirse nunca. Ese es el legado que nos deja María.Nunca la olvidaremos. Besines!
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